Skip to main content

Jean Bonilla

Contratista Técnico en Digitalización, Archivo General de Puerto Rico
Intern PRAC 2022-2025

Introducción

Libro de Novedades en la Sala de Referencia del AGPR
Libro de Novedades en la Sala de Referencia del AGPR

En agosto de 2023, como parte de mis tareas como técnico de digitalización en el Archivo General de Puerto Rico, se me delegó digitalizar 176 libros de novedades de la Policía de los años 1931-1938 de las municipalidades cañeras. Este trabajo forma parte de la colaboración entre el AGPR, la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades y el Rutgers/Puerto Rico Archival Collaboration.  Los libros de policía son una de seis colecciones digitalizadas por esta colaboración. Los profesores Juan Giusti y Aldo Lauria Santiago seleccionaron los años y municipios para demostrar cómo estos libros pueden ser útiles en diversas investigaciones y para escribir un trabajo sobre el movimiento obrero en estos años. Los municipios seleccionados son: Aguadilla, Fajardo, Guánica, Luquillo, Mayagüez, Mayagüez-Playa, Salinas y Yabucoa.[1] Luego de pasar por todo el proceso de digitalización, procesamiento y metadatos, decidí tomarme un tiempo para la revisión de estos y hacer un comentario al respecto. Así, divulgar mi experiencia y el contenido de los libros para interesar a futuros investigadores.

Pero ¿Qué son estos libros de novedades de la policía? ¿Serán tan valiosos para el Archivo General? ¿Por qué llamaron la atención del historiador Fernando Picó? Estos libros funcionaban como diarios o bitácoras en las cuales el guardia de retén de cada cuartel tenía la directriz de anotar toda novedad inmediatamente después de ocurrida, precisándose su fecha y hora específicas, con todos los detalles del incidente: lugar de los hechos, nombres, residencia, placa y firma del policía.[2] Al tener que registrar todo, se incluían los asuntos internos del propio cuartel, al igual que los que involucraban a la población civil: denuncias e intervenciones en las calles, en los barrios, en comercios, en casas, en fincas o hasta en los predios de las centrales azucareras. El profesor Picó comentaba el valor de los libros cuando hablaba sobre su investigación de Santurce:

«El Libro de Novedades te da cruda, sin procesar y como llega de la calle, la querella, la denuncia, la noticia del arresto, la provocación y la alteración a la paz. Desde el ojo del retén, tú miras la calle y registras sus impulsos, y las palabras citadas textualmente del borracho te hacen escuchar los rencores, los miedos, las aspiraciones y los desafíos del trabajador el sábado por la noche.»[3]

Consideró el uso de estos libros como una fuente imprescindible para estudiar la historia social de Puerto Rico en el siglo XX.[4] En su libro sobre los huérfanos en San Juan añadía: «…en sus páginas se hacen visibles los invisibles, los que rara vez aparecen en la prensa.»[5] Sobre todo, pese a su valor, advierte al investigador que toda esta información recopilada reflejaría un rostro del puertorriqueño desde la perspectiva policiaca. La tendencia siempre será criminalizar al campesino. Las virtudes y el ingenio del campesino junto a la corrupción de los grandes intereses no son una prioridad en esta fuente.

El Contenido de los Libros:

¿Qué de interesante podrían contener los libros de los municipios cañeros en la década de 1930? Como adelanté, estos registraban todo tipo de incidencia, la gran mayoría vinculada a una sociedad campesina productora de azúcar. Los libros reflejan la realidad del día a día de estos trabajadores, jornaleros en su mayoría; su cultura material, los vicios, el ocio y la diversión; el dolor, la rabia, la adrenalina de los criminales, la miseria de los desamparados, la precariedad del trabajo azucarero, las mañas y la clandestinidad como alternativa, la inocencia de los niños, y muchos silencios. Todo visto desde el ojo policíaco. En la revisión que realicé, identifiqué los temas más frecuentes que podrían interesar a futuros investigadores:

Cuartel de la Policía de Mayagüez 1939 Puerto Rico Ilustrado 22 de abril de 1939 Colección de Fotos del Periódico El Mundo. Call no. UI 491304.
Cuartel de la Policía de Mayagüez 1939 Puerto Rico Ilustrado 22 de abril de 1939 Colección de Fotos del Periódico El Mundo. Call no. UI 491304.
Pelotón de policías dedicado a la regulación del tránsito en las calles de San Juan. Monteagudo, Antonio M. ed., Escámez, Antonio ed. Álbum de oro de Puerto Rico: obra de divulgación cultural en pro de la fraternidad americana La Habana: Artes gráficas, 1939.
Pelotón de policías dedicado a la regulación del tránsito en las calles de San Juan. Monteagudo, Antonio M. ed., Escámez, Antonio ed. Álbum de oro de Puerto Rico: obra de divulgación cultural en pro de la fraternidad americana La Habana: Artes gráficas, 1939.

Asuntos internos de los Cuarteles: rondas, reuniones, cambios de turno, solicitudes de permisos para ausentarse, regaños por dañar el libro, letra ilegible o información incompleta; transcripción de los telegramas y telefonemas, avisos de temporales y suspensiones de los guardias, entre tantas cosas. En una ocasión se documentó el fallecimiento de un guardia que se encontraba enfermo en el cuartel.

Woman with two children in front of house, dog and f(family?) [1948 c.a.] Fundación Luis Muñoz Marín > Colección Menonitas > Clayton Gingerich 10,11605.
Woman with two children in front of house, dog and f(family?) [1948 c.a.] Fundación Luis Muñoz Marín > Colección Menonitas > Clayton Gingerich 10,11605.
Typical kitchen of Jibaro house. Puerto Rico. Edwin Roskam. Jan. 1938. Call Number: LC-USF34- 012383-E [P&P] LOT 2345 (corresponding photographic print)
Typical kitchen of Jibaro house. Puerto Rico. Edwin Roskam. Jan. 1938. Call Number: LC-USF34- 012383-E [P&P] LOT 2345 (corresponding photographic print)
. La Familia [1932] S.I.: Breman Ocean Comfort Co. Colección de Tarjetas Postales [1900-1969] Biblioteca Digital Puertorriqueña
. La Familia [1932] S.I.: Breman Ocean Comfort Co. Colección de Tarjetas Postales [1900-1969] Biblioteca Digital Puertorriqueña


Incendios: Los incendios merecen una discusión más amplia. Se reportaban con excesiva frecuencia. Sucedían en los cañaverales accidentalmente, maliciosamente y a modo de protesta durante las huelgas. En algunos incendios de fincas se describían las propiedades y las extensiones del terreno para estimar el valor de los daños. Aparecen pocas propiedades aseguradas por: Nook American, Home Insurance y York Shire. En ocasiones, los policías reportaron megaincendios autoinfligidos por los propietarios para cobrar estos seguros.Los incendios domésticos podían clasificarse como «sin importancia», pero en repetidos casos los hogares campesinos, en su mayoría hechos de: yaguas, zinc, paja y maderas, ardían enteramente por accidentes ocasionados por los niños sin supervisión. Se reportó en el barrio Pitahaya de Luquillo un incendio en una casa cercada y techada de yaguas y paja. La madre dejó unos granos ablandándose con los niños pequeños en la casa, mientras el papá se encontraba en un corte de caña en la ColoniaMargarita. La casa se quemó completamente, falleciendo una bebé de 3 meses aproximadamente.[6]

Hurtos: Los robos se daban de todo tipo. Se clasificaban como mayores y menores dependiendo del valor de lo sustraído. Cuando irrumpían en establecimientos u hogares, se clasificaban como «escalamientos» y, en muchas ocasiones, se desglosaba la lista de bienes hurtados, siendo casi siempre: comida, café, caña, dinero, ropa, joyería y cigarrillos de diferentes marcas (Chesterfield, Coupon, Colectiva, Spur, LuckyStrike, Casino Blanco, Coledeon). El robo de animales como caballos, ganado y aves de todo tipo era muy común. También se reportaban artículos perdidos y animales desaparecidos que pocas veces aparecían.

Gallos de Pelea Col. Atilio Moscioni Chesi [1897-1917] Biblioteca Digital Puertorriqueña
Gallos de Pelea Col. Atilio Moscioni Chesi [1897-1917] Biblioteca Digital Puertorriqueña

Juegos prohibidos: Los juegos de apuestas estaban prohibidos. Pude identificar varios: Lotería, Gallos, Monte, Seven Eleven, Negro y rojo, VolleyPool, Dados, Topos, Dominós, Charpas y Barajas españolas. Se llegó a registrar la venta de billetes de lotería nacionaldominicana.

Asambleas o Meetings: Los «meetings» o «mitines» se registraban preventivamente. Se celebraban de distintas colectividades, casi siempre partidos políticos: Liberal, Mujeres Liberales, Unión Republicana, Constitucional Histórico, Socialista, Federal y Nacionalista. Se tomaba nota de quienes fungían como oradores. En estos registros pude identificar a Pedro Albizu Campos en varios mitines nacionalistas dirigiéndose al público[7], a María Luisa Arcelay junto a los republicanos[8], como a Antonio R. Barceló junto a Luis Llorens Torres con el partido Liberal en la plaza de Luquillo.[9] Además, se reunían los católicos, la Junta de Recuperación de Comerciantes (Mayagüez), la Asociación de Talleres, la Unión Local de Trabajadoras de la Aguja[10], los maestros, la Liga Defensora de Mayagüez, el Comité de Desempleados, los veteranos y los colonos para protegerse del Plan Chardón.[11]

Alteración a la Paz: Con muchísima frecuencia se trataba de personas en estado de embriaguez, hombres en su mayoría, insultándose a gritos (delante de niños y mujeres como agravante). Se describe la alteración a la paz y se hace un listado de las palabras soeces que llovían en estas escenas. No es mi intención desglosarlas aquí, pero cabe mencionar que el repertorio de insultos y palabras soeces puertorriqueñas no ha cambiado casi desde los años 1930.

Acometimiento y Agresión: Las peleas a golpes, a veces clasificadas como «riñas», eran muy comunes, muchas veces bajo el estado de embriaguez. En algunos casos se excedían mordeduras y ataques con objetos punzantes o tubos de hierro. En estos casos se podrían clasificar como tentativa de homicidio o escalar a asesinato en el peor de los escenarios.

Ron cañita [19 agosto 1966] Biblioteca Digital Puertorriqueña Proyecto El Mundo
Ron cañita [19 agosto 1966] Biblioteca Digital Puertorriqueña Proyecto El Mundo

Alambiques ocupados: La incautación de laboratorios clandestinos de ron (ron caña o pitorro) en las fincas puertorriqueñas es una de las mayores constantes en los libros examinados. Los reportes especifican: quién, en la finca de quién, el barrio, cerca de cuál río o quebrada y las diversas composiciones de estos alambiques: hechos de zinc, cobre o hierro, compuestos por serpentinas de cobre, tanques, cabezotes, refinadores, enfriadores, etc. En la intervención se anotan las cantidades de drones de gasolina, pipas de vinaza y galones de ron. El pitorro permitía al campesino trabajador sustituir las marcas comerciales de ron y combatir la crisis económica a su estilo.[12] Según datos estadísticos, entre 1925 y 1933 se confiscaron 35.646 litros anuales y el 79% del alcohol confiscado era local, mientras que el 21% restante era extranjero.[13] Fernando Picó consideró esta actividad como la mayor desobediencia colectiva y sistemática del siglo[14] y la intervención del Estado como una parodia de la responsabilidad gubernamental de velar por el bienestar de los ciudadanos.[15]

Asesinatos: No son tan frecuentes en los libros examinados, pero es de conocimiento que la incidencia de asesinatos creció desde los años 1920 hasta los años 1940.[16] Los casos de asesinato u homicidio voluntario son detallados y se les da seguimiento días después en la medida en que la investigación avanza. Así encontramos el caso de un capataz de riego en un cañaveral de la Russell & Co. en Guánica, donde fue ahogado maliciosamente en una zanja de agua. El caso pasó de ser accidental a uno de asesinato.[17] Se llegaron a reportar «suicidios» con características (a mi juicio) más propias de un asesinato, como el caso de un niño de 12 años en Mayagüez, quien salió alegremente a buscar leña y apareció colgado sin razón lógica.[18] Otros dos casos desgarradores que encontré fueron: un fratricidio en Salinas y un asesinato-suicidio de un hombre que mató a su suegra y a su esposa en Mayagüez.[19]

Accidentes de tránsito: Para la década de 1930 ya en Puerto Rico existía una industria de carros sólida como en Estados Unidos.[20] Los accidentes automovilísticos reportados son muchos. Algunas veces entre varios carros, en otras ocasiones se trataba de peatones arrollados, ciclistas y animales de carga como caballos, mulas, yeguas y bueyes. Sucedían por diversas razones, como la poca iluminación del área o la negligencia de los peatones y de los conductores. Siempre se identifican las marcas de los carros: Ford, Hupmobile, Crysler, Hudson, Exssex, Buick, Studebaker, Plymouth y camiones Chevrolet, Mack, Dodge y Pontiac, entre otros. En menor grado se registran casos similares involucrando carros públicos o locomotoras.

Agresiones sexuales: son frecuentes y se presentan en distintas situaciones. En algunos casos, las víctimas (mujeres) reportaban haber sido violentadas en estado de embriaguez. En otros, eran atacadas en lugares solitarios como mataderos, cañaverales o quebradas. Denunciaban haber sido amenazadas a mano armada y a veces hasta secuestradas. Recuerdo leer sobre una mujer que denunció haber sido desvestida a la fuerza, mas no indicó haber sido agredida de otra manera.Los ataques no se limitaban a mujeres adultas. Tristemente se suelen presentar casos desgraciando a menores de edad. En ocasiones se consideraba delito de «violación» por tratarse de noviazgos ilegales entre una persona mayor de edad y otra menor. Podría resultar incómodo leer esto en los libros y ver que en ocasiones los policías trataban estas denuncias con menos seriedad que la que tendríamos hoy. Leí de casos donde se retrasaban los procesos por estos alegar no haber evidencia suficiente. Con la tecnología de la época podrían resultar crímenes fáciles de perpetrar, salvo que algún testigo ocular milagrosamente apareciera. Me pareció aterrador y triste el relato de un niño en Yabucoa de 12 años de residencia ambulante, a quien le fue permitido pasar la noche bajo un techo donde fue abusado por un hombre. Al ser una agresión de índole homosexual, lo clasificaron de primera instancia como un crimen «contra la naturaleza»[21], mas no como uno de «violación», en lo que continuaba el proceso.

La Plaga del Día El Imparcial, 2 de junio de 1930
La Plaga del Día El Imparcial, 2 de junio de 1930

Suicidios: Los suicidios son frecuentes en los reportes. Por diversas razones, las personas se privaban la vida mediante el uso de sogas, navajas, pistolas e incluso utilizando venenos químicos y detergentes: Lysol, alcohol desnaturalizado, cebadilla, creolina, permanganato, sublimado corrosivo, verde parís, ácido oxálico, ácido fénico, ácido nítrico, ácido muriático, pasta eléctrica, precipitado rojo, pasta de fósforo, estricnina y solución de formol, etc. El móvil casi nunca se especifica. En algunos casos se trataba de pacientes mentales diagnosticados; otros se encontraban encamados, pero muchas personas visiblemente sanas por razones desconocidas tomaban esta decisión. En ocasiones se trató de féminas sufriendo de despecho amoroso, aunque en reportes que leí, ese desamor contenía trazos de maltrato psicológico. Picó llamó la atención sobre el tema cuando consultó los libros de Utuado y anotó que la tasa de suicidios de esta época sobrepasaba la de los tiempos recientes[22], y notó cierta tendencia en las mujeres hacia el envenenamiento, mientras que los hombres preferían una muerte rápida.[23] Percibo que la tendencia se repite en los pueblos cañeros examinados. El profesor vincula esta alta incidencia a la crisis económica, el desempleo y las enfermedades de la época.[24] Dentro de lo mucho que se puede comentar sobre la década del 30, sabemos que fue una época aciaga y no sería descabellado conectar la crisis generalizada con la alta incidencia de suicidios. El tema merece un estudio serio, perfecto para quien se interese por el tema de la salud mental.

Contrabando: El ron caña se fabricaba con propósitos comerciales (no solo para consumo personal) y su contrabando es otro de los temas más frecuentes en todos los libros estudiados. Se traficaba por todos los medios posibles: a pie, con animales de carga como caballos o mulas, en pequeñas embarcaciones, pero la mayoría de las veces se hacía en automóvil y en las noches.[25] Añade Picó que durante el tiempo de La Prohibición (1918-1933) era común utilizar niños por su agilidad y porque serían menos penalizados de ser capturados.[26] Según las novedades, también se daba el contrabando de licores y café extranjeros y en una ocasión se sugirió el contrabando de perfumería.

Foto de un desaparecido (Imagen propia)Libro de Novedades de Mayagüez del 18 de diciembre de 1937 al 2 de septiembre de 1938, página 169.
Foto de un desaparecido (Imagen propia) Libro de Novedades de Mayagüez del 18 de diciembre de 1937 al 2 de septiembre de 1938, página 169.

Desaparecidos: Los desaparecidos son otro tema frecuente en los libros, aunque muchos aparecían. Un joven de Mayagüez «desaparecido», apareció cuatro días después en la ciudad de Nueva York informando a su familia haberse ido de polizón en un barco por no tener dinero para el pasaje.[27] En otro caso de Mayagüez, un joven también reportado como desaparecido apareció en el pueblo de Aguadilla. Este fue el único caso que estaba acompañado de una fotografía, probablemente la que los familiares entregaron al cuartel para realizar la búsqueda.[28] La desaparición de menores de sus casas también parecía ser otro gran problema por la gran cantidad de reportes presentados. Recuerdo haber leído sobre una parejita de enamorados adolescentes que se fugó abandonando sus hogares.

[Untitled photo, possibly related to: Guanica, Puerto Rico (vicinity). "Zebu type" oxen used in the sugar cane fields] Jack Delano. Jan. 1942. Call Number: LC-USF34- 047508-E [P&P]
[Untitled photo, possibly related to: Guanica, Puerto Rico (vicinity). “Zebu type” oxen used in the sugar cane fields] Jack Delano. Jan. 1942. Call Number: LC-USF34- 047508-E [P&P]

Crueldad animal: La policía vigilaba las prácticas inapropiadas que desarrollaban los trabajadores para manejar los animales de carga. Reportaban el maltrato hacia los bueyes por el uso de garrocha con clavo para moverlos, haciéndolos sangrar, y el uso de caballos para manejar cargas excesivas y sin todas sus herraduras al día, estos presentando llagas y peladuras. También se informaban situaciones como las peleas de gallos, sacrificios de animales y otros abusos como dispararles.

Albizu Campos dirigiéndose el sábado a los huelguistas de Yabucoa para que repudien el convenio de Alonso Torres.] El Imparcial, 22 de enero de 1934, página 15
Albizu Campos dirigiéndose el sábado a los huelguistas de Yabucoa para que repudien el convenio de Alonso Torres.] El Imparcial, 22 de enero de 1934, página 15

Sugar cane workers, vicinity of Rio Piedras, Puerto Rico. Jack Delano. Dec. 1941. Call Number: LC-USF35-507 [P&P]
Sugar cane workers, vicinity of Rio Piedras, Puerto Rico. Jack Delano. Dec. 1941. Call Number: LC-USF35-507 [P&P]
Sugar cane worker and his woman, Rio Piedras, Puerto Rico. Jack Delano. Dec. 1941. Call Number: LC-USF35-381 [P&P]
Sugar cane worker and his woman, Rio Piedras, Puerto Rico. Jack Delano. Dec. 1941. Call Number: LC-USF35-381 [P&P]
 

Huelgas de trabajadores: Para la década de 1930, los diversos sectores proletarios se encontraban cada vez mejor organizados, especialmente el azucarero. A inicios de la década se sumó a la gran crisis la reducción de más del 30% del salario de los trabajadores de la caña.[29] En esos primeros años se levantaron decenas de huelgas involucrando a 60.000 trabajadores, quienes exigían mejores salarios y condiciones de vida.[30] Los años clave de estos levantamientos fueron 1933 y 1934, aunque el movimiento continuó en los años siguientes. Esto también quedó plasmado en los Libros de Novedades, pues en tiempos turbulentos la policía se mantenía cautelosa y documentaba toda actividad relacionada con estas huelgas. Entre los tantos registros, identifiqué en Guánica el 9 de enero de 1934 una huelga azucarera alrededor de la Federación Libre de Trabajadores donde protestaban por cambiar la jornada de 12 horas a 8.[31] El día 20 del mismo mes podemos encontrar a Pedro Albizu Campos dirigiéndose a los huelguistas de la Central Guánica, criticando: el convenio azucarero, la Federación Libre de Trabajadores y el modo de protestar de los puertorriqueños.[32] También apareció en un meeting huelguista en el pueblo de Luquillo junto a Juan Antonio Corretjer apoyando la manifestación.[33] Se documentaron huelgas como las de las colonias María Antonia, Santa Rita y Fraternidad en Guánica[34]; Eureka en Cabo Rojo y en la central Igualdad en Mayagüez, entre otras.

Además, registraron las protestas en otros sectores disgustados, como los trabajadores de muelles, los carretilleros, empleados del horno de cal, empleados de los vapores, los restauradores de cercas y los choferes públicos. Estos últimos protestaban por el aumento en el precio de la gasolina. Igualmente aparecen muchas manifestaciones relacionadas con la industria de la aguja en Mayagüez, como los talleres de bordados y las aplanchadoras[35]; como también se formaron protestas de los tabaqueros y los estudiantes de la Escuela de Agricultura y Artes Mecánicas (Colegio de Mayagüez).

Desastres naturales: En los libros de Luquillo se pueden encontrar las comunicaciones del cuartel con el gobierno central sobre cómo proceder con la población para recibir al huracán San Ciprián (1932). Aparece un informe del día siguiente sobre los daños ocasionados[36] y otro sobre la repartición de maderas a viudas y ancianos por parte de la Cruz Roja. También se redactan en los demás libros las listas de daños y pérdidas ocasionados por fenómenos atmosféricos de menor impacto, como fuertes lluvias, inundaciones o cualquier evento que causara destrucciones.

Plaza del Mercado, Mayagüez, Puerto Rico [1939]Colección de Tarjetas Postales [1900-1969] Biblioteca Digital Puertorriqueña
Plaza del Mercado, Mayagüez, Puerto Rico [1939] Colección de Tarjetas Postales [1900-1969] Biblioteca Digital Puertorriqueña
Quincallero (1900–1915.ca)(Vendedor con cestas, coladas estas en una carretilla, vende su mercancía a un parroquiano) Waldrop Photographic Co. Col. Atilio Moscioni Chesi [1897-1917] Biblioteca Digital Puertorriqueña
Quincallero (1900–1915.ca) (Vendedor con cestas, coladas estas en una carretilla, vende su mercancía a un parroquiano) Waldrop Photographic Co. Col. Atilio Moscioni Chesi [1897-1917] Biblioteca Digital Puertorriqueña


Asuntos de sanidad: El inspector del Departamento de Sanidad visitaba las comunidades para denunciar a los vecinos que de algún modo atentaban contra la salud pública: vecinos con cerdos realengos en sus patios, patios descuidados o con problemas en las letrinas. Algunas casas se encontraban sin letrina, otras con letrinas minosas o con letrinas sin su debido piso de concreto. Sancionaban a los vecinos que limpiaban los pozos de las letrinas y luego lanzaban el material fecal a otros terrenos o al río.

Visitaba comercios como pulperías, carnicerías, panaderías, dulcerías y barberías sin certificación del Departamento o por contener alimentos en mal estado, como las carnes. Al igual que en las infracciones a las ordenanzas municipales, los asuntos de sanidad permiten al investigador conocer la economía de consumo de los campesinos. En estos asuntos salen a relucir los comercios bien establecidos como los mencionados, pero de igual modo surgen los vendedores ambulantes y los quincalleros, quienes son reportados por los propios comerciantes por «competir». Estos pequeños emprendedores también eran sancionados por el Departamento de Sanidad. Los repartidores de leche de vaca la adulteraban, aguándola o no poseían licencia. Así, había otros intentando ganarse la vida, vendiendo refrescos, ropa, carne frita, mantecado, frutas, piraguas, dulces y frituras para subsistir. El discurso higienista se puso en práctica desde la década de 1910, pero durante la Segunda Guerra Mundial se flexibilizó con los vendedores ambulantes. Una vez acabada la guerra en 1945, sería mucho más agresivo y, junto a los impuestos sobre ventas, convertiría a estos tristes soñadores en delincuentes.[37]

Muelle y almacén perteneciente a la Bull Insular Lines, en el puerto de MayagüezMonteagudo, Antonio M. ed., Escámez, Antonio ed. Álbum de oro de Puerto Rico: obra de divulgación cultural en pro de la fraternidad americana La Habana: Artes gráficas,1939.
Muelle y almacén perteneciente a la Bull Insular Lines, en el puerto de Mayagüez Monteagudo, Antonio M. ed., Escámez, Antonio ed. Álbum de oro de Puerto Rico: obra de divulgación cultural en pro de la fraternidad americana La Habana: Artes gráficas,1939.
Vapor "Puerto Rico" de The New York and Porto Rico Steamship Co., que hace un viaje quincenal entre New York y los puertos de la isla. Monteagudo, Antonio M. ed., Escámez, Antonio ed. Álbum de oro de Puerto Rico: obra de divulgación cultural en pro de la fraternidad americana La Habana: Artes gráficas, 1939.
Vapor “Puerto Rico” de The New York and Porto Rico Steamship Co., que hace un viaje quincenal entre New York y los puertos de la isla. Monteagudo, Antonio M. ed., Escámez, Antonio ed. Álbum de oro de Puerto Rico: obra de divulgación cultural en pro de la fraternidad americana La Habana: Artes gráficas, 1939.
Saco de azúcar 5lb. Central Igualdad MayagüezMonteagudo, Antonio M. ed., Escámez, Antonio ed. Álbum de oro de Puerto Rico: obra de divulgación cultural en pro de la fraternidad americana La Habana: Artes gráficas, 1939
Saco de azúcar 5lb. Central Igualdad Mayagüez Monteagudo, Antonio M. ed., Escámez, Antonio ed. Álbum de oro de Puerto Rico: obra de divulgación cultural en pro de la fraternidad americana La Habana: Artes gráficas, 1939

Barcos y vapores: En los libros de Fajardo se registró la entrada de goletas, lanchas y balandros de pesca que a la vez comerciaban vacas, caballos, mulas, tabaco y carbón desde las Islas Vírgenes (Santo Tomás, Santa Cruz y San Martín).En Guánica atracaban los vapores que llegaban con caña de azúcar para la Guánica Central (South Sugar and Company) desde Santo Domingo y de la isla misma. Llegaban vapores de Estados Unidos con pasajeros y animales de carga como caballos y mulas, y materiales primordiales como el azufre para el tratamiento del guarapo y el aceite para la maquinaria. También se registró la entrada de abono, petróleo, leña, carbón de piedra y un sinnúmero de piezas y herramientas: drones de hierro galvanizado, damajuanas, contadores, mazos, martillos, espeques, accesorios de bombas, cadenas, estacarías, espejuelos, traviesas, raíles, palos gruesos y cilindros.Asimismo, llegaban para recoger el azúcar y transportarlo hacia los Estados Unidos. Otros venían a buscar melao para llevarlo a Nueva York, a La Romana o a Cuba para la Cuban Distillery Company.[38] Los puertos también servían para proveer combustible a los vapores que iban rumbo a las Islas Vírgenes. Cabe destacar que en tiempos de huelga no se descargaban y se veían obligados a devolverse con el cargamento, salvo que un grupo de rompehuelgas tomara esta iniciativa.En los libros de Mayagüez se reportaron vapores llegando desde Nueva York, Galveston, Baltimore y California. Traían arroz, madera, provisiones, papel y otras cosas. Desde Santo Domingo se importaban a Mayagüez maderas nobles, mientras que desde Puerto Rico se exportaba sal junto a otras maderas.

Untitled photo, possibly related to: Cutting sugar cane. Near Ponce, Puerto Rico Edwin Rosskam. Jan. 1938. Call Number: LC-USF34- 012382-E [P&P]
Untitled photo, possibly related to: Cutting sugar cane. Near Ponce, Puerto Rico Edwin Rosskam. Jan. 1938. Call Number: LC-USF34- 012382-E [P&P]
Guanica Central, Ensenada [1922]Colección de Tarjetas Postales [1900-1969] Biblioteca Digital Puertorriqueña
Guanica Central, Ensenada [1922] Colección de Tarjetas Postales [1900-1969] Biblioteca Digital Puertorriqueña
Untitled photo, possibly related to: Ensenada, Puerto Rico. A workman in the mill of the South Puerto Rico Sugar Company. Jack Delano. Jan. 1942. Call Number: LC-USF34- 047895-D [P&P] (This image in a jacket marked "Killed.")
Untitled photo, possibly related to: Ensenada, Puerto Rico. A workman in the mill of the South Puerto Rico Sugar Company. Jack Delano. Jan. 1942. Call Number: LC-USF34- 047895-D [P&P] (This image in a jacket marked “Killed.”)


Accidentes cotidianos: Las desgracias, clasificadas a veces como «accidentes en los hogares» o «accidentes en el trabajo», sucedían todo el tiempo en distintos escenarios. Los vecinos caían en los pozos, se ahogaban en ríos o eran atropellados en la carretera. El mundo de las centrales azucareras no era la excepción y el peligro de este trabajo también quedó plasmado en las novedades. Cruz Ortiz Cuadra, quien investigó el tema utilizando los libros de querellas, explica que en los años 30 evolucionaron las fábricas de las centrales, aumentando la maquinaria y su complejidad. De esta manera aumentó el trabajo físico y las jornadas de medianoche durante la zafra se hicieron más comunes. Sugiere que el trabajo cada vez más pesado, las alborotosas máquinas al asecho y el trabajo monótono pudieron ser causantes de estos incidentes.[39] Mencionan los reportes: heridas con machetes, patadas de bueyes, golpes con las piezas de los molinos, caídas de los animales de carga y atropellos del ferrocarril, evidenciando la precariedad de la faena azucarera.Pero los accidentes también ocurrían en la comunidad, en el campo, en los barrios y en los hogares. Recuerdo leer de un niño pequeño que se cayó del carro de bueyes y fue arrollado por este mismo. En los hogares solía ocurrir que los niños de 3 a 5 años causaban accidentes graves. Otro triste suceso que leí en los libros de Mayagüez, y que me causó gran conmoción, fue el de una curiosa niña de cinco años que quería ver cómo se quemaba un papelito en el fogón. Accidentalmente acercó su vestidito al fuego, el cual se encendió y le causó fuertes quemaduras. Fue llevada al hospital y muy bien atendida, pero murió a los pocos días mientras intentaba recuperarse.[40]

Veteranos desamparados: Los veteranos de la década del 30 debieron servir en la Primera Guerra Mundial, en el Canal de Panamá o en Puerto Rico.[41] En los libros de Mayagüez es constante la visita de los policías a los veteranos para informar a la United States Veterans Administration sobre las condiciones en que se encontraban, siendo casi siempre en miseria. Algunos vivían con su familia en casitas de tablas de cajones y techo de cartón, indispuestos físicamente, en condiciones insalubres y en estado de indigencia según informaba el policía.[42] Los que aún gozaban de salud buscaban un medio para ganarse la vida como jornaleros, zapateros o lo que pudieran hacer, mientras que algunos ya no podían trabajar. Sus esposas se ocupaban en talleres o en oficios domésticos. Otros veteranos vivían agregados en casas de particulares.

Niños del Asilo de Pobres de MayagüezPuerto Rico Ilustrado, 5 de abril de 1937
Niños del Asilo de Pobres de Mayagüez Puerto Rico Ilustrado, 5 de abril de 1937
Asilo de Pobres, Mayaguez (1905 c.a.)Photographic print: albumen. Completed in 1895 and modified/enlarged after the 1918 earthquake. Later become asylum for old people. wikimedia.org
Asilo de Pobres, Mayaguez (1905 c.a.) Photographic print: albumen. Completed in 1895 and modified/enlarged after the 1918 earthquake. Later become asylum for old people. wikimedia.org

Huérfanos: El tema de los huérfanos y niños con residencia ambulante es tristemente frecuente. Entre los casos más notorios que examiné se encuentra el de una niña huérfana de 14 años, quien fue echada de la casa donde vivía en San Juan y llegó a Mayagüez (probablemente en transporte público) buscando a su tío, al que nunca encontró. Fue asistida por la superiora del Asilo de Pobres, quien gestionó su admisión a la institución para que tuviera donde vivir.[43] Otro caso relacionado, aunque poco usual, fue el de una mujer no identificada, quien entregó a una familia una bebé de 3 meses para «quien quisiera hacerse cargo».[44] Fernando Picó menciona que era común ver a estos menores cerca de muelles buscando algún trabajo, así fuera incidental.[45] Podría hacer una conexión entre esto y un caso en Luquillo donde el inspector del trabajo junto a los policías encontró niñas menores trabajando en el taller de la Marina.[46]

Locura peligrosa: Para la época, los llamados «locos» podían tratarse de personas con psicosis o discapacidad mental. No se distinguían claramente, pero al clasificarse como «peligrosos», debían tratarse como psicóticos. Aparecen con frecuencia en los libros de Mayagüez y pueden ser también recluidos en el Asilo de Pobres de la ciudad.

Prostitución: Para mi feliz sorpresa, Picó también notó una reticencia en los libros de novedades en cuanto al tema de la prostitución, pues le parecía no ser perseguida.[47] Esta evasiva coincide con los libros de los pueblos cañeros. En ninguno de los examinados alcancé a encontrar a una prostituta siendo arrestada o procesada por su trabajo. Pocas veces aparecen en una denuncia. Surgen cuando los vecinos se quejan del escándalo en las noches ocasionado por sus clientes borrachos o cuando sancionan al dueño de la residencia por tener conocimiento y permitirlo. En los poquísimos casos donde fueron denunciadas por operar una «casa de citas deshonestas», se les dio 48 horas para desalojar la propiedad.[48]

Conclusión

Libros de Novedades en el depósito (Imagen propia)
Libros de Novedades en el depósito (Imagen propia)

La experiencia de estudiar los Libros de Novedades de la Policía me permitió reconectar con los estudios del temprano siglo XX en Puerto Rico. Siendo excelentes para estudiar la sociedad, han sido poco explorados y aguardan un sinfín de historias, secretos y personajes sacados de películas como «los sospechosos» que, esporádicamente surgen con descripciones estrafalarias. Siempre aparecerán los asuntos ordinarios como: arrestos, posesión de armas, ley de cierre, falsa representación, entre otras cosas que no consideré comentarlas aquí. Por motivos de prudencia y cohesión decidí reservarme las particularidades y atrocidades que hallaba en la lectura. Ya veré qué hacer con ellas.

Quisiera describir en una palabra las emociones que se despiertan durante la lectura: conmoción, asombro, desconsuelo, curiosidad y hasta horror. Leer las novedades, a diferencia de un libro de texto, te traslada al momento de los hechos y no siempre de manera simpática. Escuchas a la mujer declarando la agresión sexual, a testigos narrando el asesinato y a los niños sufriendo las mil tragedias a las que siempre estaban expuestos.

Al menos, la experiencia no fue del todo sufrida, pues también conecté con las historias leídas como muy pocas veces un historiador lo hará con sus documentos primarios. Al tratarse de los años 30 también sentí cierta nostalgia, por un pasado no vivido. Este Puerto Rico americano, preindustrial, cañero y materialmente pobre, lo había conocido muy de cerca por las anécdotas de mi bisabuela, quien nació en Vieques en 1920. Para la época examinada debía ser una adolescente, lo cual justifica la precisión de los detalles en sus memorias. Sufrió la pobreza que aquí se describe y valoró el tener un par de zapatos o un simple vestido. Me llegó a comentar que para asistir a la escuela en donde cursó hasta el octavo grado, utilizaban un tren de caña. Así, compartió muchas experiencias que me permitieron imaginar el Puerto Rico de antaño, el mismo que ahora, accidentalmente, exploré a través de los registros policíacos. Podrán imaginarse la tentación de continuar realizando este ejercicio, ahora con nuevos Libros de Novedades de otros municipios como los de Vieques, y encontrar a mi bisabuela siendo una niña el día de la desaparición de su padre en alta mar.



Notas

[1] Jean Bonilla, “Digitalizados nuevos Libros de Novedades de la Policía: Municipios azucareros en los 1930s”, El Boletín. Desde el Archivo General de Puerto Rico vol. 3 núm.1 (2025): pp.18-19.

[2] Policía Insular de Puerto Rico, Libro de Novedades [Salinas 22 de septiembre de 1936 al 11 de diciembre de 1936] Colecciones Digitales Instituto de Cultura Puertorriqueña, https://coleccionesdigitalesagpr.icp.pr.gov/objects/6299?start=0&limit=25&orderBy=relevance&orderDirection=desc&locale=es-PR&search=Novedades+Salinas En la guarda del libro se encuentra una definición específica de los Libros de Novedades por los mismos policías de la época. Libros de Novedades [Luquillo, 30 de marzo de 1932 al 11 de septiembre de 1932] También en la guarda de este libro de Luquillo de 1932 se pueden apreciar las indicaciones para el manejo de los libros en los cuarteles. Libro de Novedades [Salinas, 9 de junio de 1932 al 7 de octubre de 1932] Este tomo también incluye las indicaciones para el manejo de los libros.

[3]  Fernando Picó, “Escribir Santurce”, Diálogo UPR. 5 de abril de 2015. https://dialogo.upr.edu/escribir-santurce/

[4]  Fernando Picó, Santurce y las voces de su gente (San Juan: Ediciones Huracán, 2014), p. 19.

[5]  Fernando Picó, Realengos y residentes: los menores en San Juan 1918-1940 (San Juan: Centro de Investigaciones Históricas), p. 10.

[6]  Libro de Novedades [Luquillo, 16 de febrero de 1933 al 7 de julio de 1933],124-125.

[7]  Aparece en un meeting nacionalista el 3 de agosto de 1931 en Fajardo en Libro de Novedades [Fajardo, 21 de junio de 1931 al 28 de agosto de 1931], pp.188-189.

[8]  Aparece en un meeting de la Unión Republicana el 17 de octubre de 1932 en Libro de Novedades [Guánica, 12 de octubre de 1932 al 7 de marzo de 1933], p. 12.

[9]  Libros de Novedades [Luquillo, 30 de marzo de 1932 al 11 de septiembre de 1932], p. 239.

[10] Libro de Novedades [Mayagüez, 12 de septiembre de 1934 al 11 de octubre de 1934] pp.131-132.

[11] Libro de Novedades [Mayagüez, 21 de julio de 1934 al 16 de agosto de 1934] p. 179.

[12] Francisco Scarano, Puerto Rico: Cinco Siglos de Historia, 3era ed. (México: McGraw-Hill Interamericana, 2008), p. 494.

[13] Delitos en Puerto Rico, 1900-1940: análisis de los registros de delitos e infracciones en los informes anuales de la Policía Insular de Puerto Rico de 1900-1940 (Río Piedras: Universidad de Puerto Rico, 2007), p. 14.

[14] Fernando Picó, Los gallos peleados (Río Piedras: Ediciones Huracán, 1983), p. 51.

[15] Fernando Picó, Historia general de Puerto Rico, 4ta ed. (Río Piedras: Ediciones Huracán, 2008), p. 270.

[16] Delitos en Puerto Rico, 1900-1940, p. 3.

[17] Libro de Novedades [Guánica, 5 de noviembre de 1932 al 26 de marzo de 1933], pp. 85-87, 89, 188.

[18] Libro de Novedades [Mayagüez, 16 de enero de 1932 al 1 de febrero de 1932], pp. 103-104.

[19] Libros de Novedades [Mayagüez-Playa, 8 de agosto de 1934 al 5 de noviembre de 1934], pp. 28-30.

[20] Emilio E. Huyke, Historia de la transportación en Puerto Rico (San Juan: Editorial Cordillera, 1973), p. 54.

[21] Libro de Novedades [Yabucoa, 8 de enero de 1932 al 20 de abril de 1932], p. 284.

[22] Fernando Picó, Los gallos peleados, p. 82.

[23]  Ibid., p. 89.

[24]  Fernando Picó, Santurce y las voces de su gente, p. 153.

[25]  Delitos en Puerto Rico 1900-1940, p. 14. Agripino Hernández Blanco, Memorias sencillas de un agricultor (Orocovis, Puerto Rico: n.p., 2025), p. 92.

[26]  Fernando Picó, Realengos y residentes, p. 119.

[27]  Libros de Novedades [Mayagüez-Playa, 29 de abril de 1934 al 8 de agosto de 1934], pp. 62, 80.

[28]  Libro de Novedades [Mayagüez, 18 de diciembre de 1937 al 2 de septiembre de 1938], p.169.

[29] Jorell Meléndez-Badillo, Puerto Rico: Historia de una nación, trad. Aurora Lauzardo (New Jersey: Princeton University Press, 2024), p. 114.

[30] Ibid., p. 117.

[31] Libro de Novedades [Guánica, 30 de diciembre de 1933 al 2 de mayo de 1934], pp. 31-32.

[32] Ibid., p. 80. Meeting Nacionalista celebrado el 25 de enero de 1934 durante las huelgas de enero de 1934 en Guánica donde don Pedro Albizu hablaba de cómo se debía protestar.

[33] Libro de Novedades [Luquillo, 8 de noviembre de 1933 al 6 de mayo de 1934], pp. 138-139. 14 de enero de 1934

[34]  Libro de Novedades [Guánica, 1 de agosto de 1933 al 25 de enero de 1934], p. 242.

[35]  Libro de Novedades [Mayagüez, 21 de julio de 1934 al 16 de agosto de 1934], pp. 30-32, 43-47, 62. Libro de Novedades [Mayagüez, 21 de mayo de 1935 al 21 de agosto de 1935], pp. 72-73. Libros de Novedades [Mayagüez-Playa, 29 de abril de 1934 al 8 de agosto de 1934], pp. 143-144. Libro de Novedades [Mayagüez, 11 de noviembre de 1934 al 14 de diciembre de 1934], pp. 32-33.

[36] Libro de Novedades [Luquillo, 11 de septiembre de 1932 al 15 de febrero de 1933], pp. 37-56, 76-77.

[37] Fernando Picó, “Santurce 1930-1940: los vendedores ambulantes”, en Ensayos en torno a la historia y otros temas sobre los vendedores ambulantes (San Juan: Centro de Investigaciones Históricas, 2019), p. 71.

[38] Libro de Novedades [Guánica, 12 de octubre de 1932 al 7 de marzo de 1933], p.102. Se registró la entrada del vapor Cassimier desde Cuba para buscar melao en el muelle de Guánica el 15 de marzo de 1932.

[39]  Cruz Ortiz Cuadra, “Morir en la Central 1915-1935”. Exégesis vol.2, núm.5 (mayo-agosto 1988): p. 13.

[40]  Libros de Novedades [Mayagüez-Playa, 29 de abril de 1934 al 8 de agosto de 1934], p. 61.

[41]  Fernando Picó, Santurce y las voces de su gente, p. 148.

[42]  Libro de Novedades [Mayagüez, 14 de agosto de 1931 al 14 de octubre de 1931], pp. 140-141.

[43] Libros de Novedades [Mayagüez-Playa, 11 de octubre de 1933 al 18 de enero de 1934], pp. 47, 50.

[44] Libro de Novedades [Mayagüez, 28 de septiembre de 1935 al 30 de octubre de 1935], p.120

[45] Fernando Picó, Realengos y residentes, p. 88.

[46] Libro de Novedades [Luquillo, 15 de marzo de 1935 al 9 de agosto de 1935], p. 16.

[47] Fernando Picó, Los Gallos peleados, p. 91.

[48] Libro de Novedades [Mayagüez, 1 de febrero de 1932 al 24 de febrero de 1932], p. 240.